Ante la necesidad de realizar algunas comprobaciones y determinar puntos trigonométricos para la corrección de imágenes satelitales de la región de los meteoritos, el 26 de de junio pasado nos trasladamos a la zona esta vez junto al doctor Rubén Castro, quien tuvo la suerte de conocer el emplazamiento del meteorito Hoba en Namibia (pieza declarada oficialmente como la mas grande descubierta hasta ahora en nuestro planeta). Nos acompañó a realizar esta tarea, como también a llevar alguna información a la Escuela 487 de Las Víboras, que constituye un punto de referencia de la información meteorítica de la zona y se encuentra muy desprovista de medios y materiales.
Nuestra tarea comenzó con la determinación de puntos trigonométricos en el área de Pinedo, luego al norte de General Capdevila, norte de Gancedo y, en horas del mediodía, estuvimos en el predio en que se encuentra el Meteorito Chaco, donde se estaban realizando trabajos de tendido e instalación de la iluminación del sector. El meteorito no estaba aún emplazado en el lugar prefijado.
Nos dirigimos luego a visitar el cráter Rubín de Célis. Nuestra sorpresa fue mayúscula al ver que este ya no tenía acceso vehicular ni peatonal abierto al público, como en otros tiempos. La tranquera de entrada estaba totalmente anulada y reemplazada por alambradas. Pensamos que existía alguna nueva entrada, por lo que nos dirigimos al sector norte del predio donde existe un ingreso, pero al recorrerlo nos encontramos con una tranquera y un alambrado eléctricos, de modo que regresamos. Mario Vesconi y el doctor Castro llegaron a pie hasta el cráter, luego de recorrer los 2 kilómetros de la ex senda y actual maleza que separan a éste del camino vecinal. Al llegar al cráter, se comprobó la existencia de un alambrado que pasa medio y que es la continuación del que viene de la antigua entrada, que corta el tradicional acceso longitudinalmente.
La depresión esta actualmente siendo ganada por la vegetación, ya que al estar cerrado el acceso a visitantes ocasionales turistas o estudiosos, se cortó también el mantenimiento natural del lugar.
Cabe preguntarnos: ¿a cuántos de los 26 cráteres estudiados es posible acceder libremente, ya sea con fines turísticos o de estudio, haciendo valer, claro, el hecho de que es un patrimonio de todos?
La respuesta es sólo para uno de ellos: el cráter número 10 Raúl Gómez, lugar de impacto del célebre Meteorito Chaco.
El resto de los impactos, colosales algunos de ellos, corrieron diferente suerte: o han sido borrados intencionalmente durante desmontes, o simplemente se les cerró todo acceso público, dejando así que la naturaleza se encargue.
Lo que probablemente no sepan los dueños de estos predios y el público es que todos y cada uno de los sitios estudiados cuentan con una ubicación geográfica muy precisa y catalogada, con lo cual, el día que la voluntad prevalezca, se los podrá reincorporar al circuito de cráteres visitables.
Sigue..
