Si al hablar de los meteoritos chaqueños resulta preocupante que los vendan por INTERNET desde Alaska, bueno es saber también que en nuestra provincia tampoco existe un marcado interés por otorgar a Campo del Cielo un mejor lugar dentro de la historia, ka cultura y el turismo del Chaco.
Así lo denuncian a través de un excelente trabajo técnico-informativo que lleva el título “Cráteres meteoríticos de Campo del Cielo. Área de distribución y zona de influencia”, realizado por Mario Vesconi y Adolfo Gustin, miembros de la Asociación Chaqueña de Astronomía (ACHA).
Tras una breve introducción sobre aspectos generales de la distribución de cráteres sobre nuestro territorio, los tipos y características y los métodos de determinación, existe capítulo especial para la preservación y cuidados de un patrimonio científico e histórico.
Tanto Vesconi como Gustin sostienen que los museos, coleccionistas y estudiosos de los fenómenos naturales, son también grandes conocedores del valor de un meteorito, ya que, de cada 100 que impactan sobre la superficie terrestre, 93 son aerolitos, 5, 5 son sideritos (meteoritos ferrosos como los de Campo del Cielo) y 1,5 serán siderolitos o de fase mixta. Al considerar la enorme área de dispersión, que afecta a cuatro departamentos del Chaco, estamos en presencia de un fenómeno único en el planeta.
La magnitud del acontecimiento hace opinar a los técnicos que no existen antecedentes de lluvias de sideritos de estas características en otras partes del mundo. En Campo del Cielo se han detectado 26 cráteres de impacto y miles de toneladas de material celeste aguardan todavía por ser descubiertos.
La sentencia bíblica “ves la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”, parece ajustarse al desinterés que existe por los meteoritos, ya que siempre se critica situaciones que son ajenas a nuestra provincia, pero no remediamos para poner en el lugar que le corresponde a este singular hecho de la naturaleza, dejando morir los vestigios de un suceso maravilloso y único.
A modo de denuncia Vesconi Y Gustin vuelcan en su informe detalles sorprendentes de lo que esta ocurriendo en los lugares donde se encuentran los meteoritos. Desde que William Cassidy y Argentino Romaña dejaran una veintena de cráteres perfectamente accesibles a través de miles de metros de picadas abiertas, hoy el panorama es sumamente gris como para permitir ver solamente a tres o cuatro de aquellos cráteres estudiados en la década del 60.
La actividad del hombre se ha convertido en el agente erosionador mas voraz e implacable contra este fenómeno, ya que los bordes elevados de los grandes cráteres han desparecido; muchos impactos se borraron. “Lo que la naturaleza no pudo borrar en mas de 3000 años, el hombre lo elimino en poco mas de una década, sin contemplación histórica”, agregan.
En el Chaco, de los 15 cráteres estudiados, 7 son irrecuperables, 5 no tienen acceso y 3 están seriamente dañados. La ignorancia de este suceso y la falta de campañas de divulgación es el principal responsable de que no existe un interés marcado de la sociedad hacia su cuidado y conservación. En otro aspecto, la actividad agropecuaria y los desmontes desmedidos también producen un daño irreparable a los cráteres. Sigue...
