Otro hecho destacable es la adquisición de un telescopio perteneciente a la Facultad de Humanidades, que se encontraba abandonado,
después del fallecimiento del profesor Argentino Romaña. Mediante este empuje, los integrantes del club, durante los años ’87 y ’88
se dedicaron en forma casi exclusiva al acondicionamiento del instrumento óptico, la formación de la biblioteca y la recolección de
mapas y material bibliográfico, todo sobre el fenómeno de campo del Cielo.
Con el ’89 comenzó de nuevo el interés de volver al terreno,
lo que ocurrió finalmente con las tareas de campo que se llevaron adelante entre los días 17 y 22 de julio del mismo año.
Durante el
segundo día de las observaciones, se logró descubrir un hoyo, producto del impacto de un meteoro, que precisamente no figuraba en
los mapas, por la tanto, la gente lo bautizó con l nombre de “Campamento Halley”, y sus datos más importantes son: diámetro mayor:
52 metros, diámetro menor: 40 metros y profundidad 1,40 metros. Los observadores explican que el cráter es sumamente plano porque
sobre el se sembraba y se cosechaba hasta esos días, sin contar el libre tránsito de los animales.
Como en la expedición anterior, se organizó nuevamente una muestra de los trabajos realizados. Así da comienzo la “Expoastronomía ‘89”, que se llevó a cabo en la E.N.E.T. N°1 y a ella asistieron más de mil personas entre estudiantes y público general. Evento que se vio reflejado en los medios de comunicación y en el cual sobresalieron los stands de óptica, computación, espléndidas muestras meteoríticas y la réplica a escala del legendario “Mesón de Fierro”.
Por ahora, el club cuenta con algo que se destaca a simple viste, que es el entusiasmo
de sus jóvenes integrantes y una misión que resulta alentadora, la cual se verá reflejada
en la participación más activa de los entes gubernamentales, ya que el único objetivo
es acrecentar el patrimonio histórico, científico y turístico único en el mundo, que
solamente lo posee nuestro
Chaco, en el país y en el mundo